El hecho de estar o sentirse relajado suele ser saludable y placentero y hay múltiples formas de llegar a este estado para nuestro Sistema Nervioso.
10 Métodos de relajación.
1. Relajación diafragmática: realización de respiraciones profundas (4 tiempos de inspiración, 6 tiempos de expiración) utilizando así la respiración como ancla. Recomendable hacer al día varios respiros de 3 minutos centrándonos únicamente en nuestra respiración.
2. Relajación Progresiva de Jacobson: relajación guiada en la cual ir practicando las sensaciones de tensión y distensión por grupos de músculos. Su versión resumida es de 20-30 minutos aproximadamente, muy física y muy eficaz para conciliar el sueño.
3. Escáner corporal: meditación en la que vamos llevando el aire hacia distintas partes de nuestro cuerpo o bien imaginamos una bola de sol que recorre todo nuestro cuerpo acompasada con nuestra respiración. Muy útil para comenzar con la meditación.
4. Atención a los sonidos: tras unas respiraciones profundas, atendemos a los sonidos que se producen a nuestro alrededor o a la ausencia de los mismos. Muy sencilla para comenzar con la práctica de meditación.
5. Visualización: tras unas respiraciones profundas, imaginamos un escenario, una situación en la que nos hayamos sentido relajados anteriormente o una escena imaginaria en la que nos gustaría estar para experimentar bienestar.
6. Darse cuenta de la distracción: meditación donde observamos lo que hace nuestra mente e identificamos pensamientos/sensaciones para aprender a «dejarlas ir» retomando la atención en la respiración.
7. Meditación caminando: fijamos nuestra atención primero en el talón izquierdo levantándose del suelo y lentamente apoyamos el pie para hacer lo mismo con el pie derecho observando se el trasvase de peso de un lado a otro y realizando respiraciones profundas mientras caminamos con los brazos extendidos.
8. Reflejo: meditación poco común en la que nos hacemos una pregunta: «¿Tú qué crees?». Meditación reflexiva cuando tenemos un problema o una dificultad y queremos otra perspectiva.
9. Meditación Metta Bhavana o del amor benevolente: respirar profundamente, observar cómo está nuestro cuerpo y repetir mentalmente el mantra: » Que yo esté bien. Que yo esté sano. Que yo sea feliz. Que yo esté libre de sufrimiento…Que él/ella (una persona querida) esté bien. Que él/ella esté sano/a. Que él/ella esté feliz. Que él/ella esté libre de sufrimiento…Que él/ella (una persona por la que no tienes relación/sentimientos, un desconocido) esté bien. Que él/ella esté sano/a. Que él/ella esté feliz. Que él/ella esté libre de sufrimiento… Que él/ella (una persona o un colectivo con quien no tienes una buena relación) esté bien. Que él/ella esté sano/a. Que él/ella esté feliz. Que él/ella esté libre de sufrimiento…Que todos (todos los seres vivos, el Universo) estén bien. Que todos estén sanos. Que todos sean felices. Que todos estén libres de sufrimiento…» para expirar amor, bondad, amistad para todos.
10. Conciencia expandida: meditación sin instrucción (ninguna pregunta, ninguna visualización…) . Se trata de observar cómo funciona nuestra mente a su libre albedrío (mente de mono), dejar a la mente vagar conscientemente.
La casa de los huéspedes.
El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad,
cierta conciencia momentánea llega
como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
que vacían tu casa con violencia.
Aún así, trata a cada huésped con honor
puede estar creándote el espacio
para un nuevo deleite.
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
recíbelos en la puerta riendo
e invítalos a entrar.
Sé agradecido con quien quiera que venga
porque cada uno ha sido enviado
como un guía del más allá.
Poema de Rumi, un poeta Sufi del siglo XIII.