Pensar bien, vivir mejor

Gran parte del contenido mental que tenemos diariamente es de carácter inconsciente. No siempre pensamos como nos gustaría, no siempre tenemos pensamientos agradables; de hecho, somos, como cualquier animal, seres preparados para la supervivencia así es que no es de extrañar que muchos de nuestros pensamientos sean de protección ante lo externo. Sin embargo, podemos enfocar nuestro pensamiento no sólo hacia la autoconservación, también hacia la no bulliciosa «felicidad».


Identifica. Cuestiona. Reformula.

Pensamientos irracionales.

La teoría de Albert Ellis sostienen que la mayoría de los trastornos o las dificultades psicológicas tienen su origen en los pensamientos o creencias irracionales. Algunos de ellos son:

  • Es una gran necesidad ser amado y aprobado por cada persona significativa de la sociedad.
  • Para considerarme valioso tengo que ser muy competente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles .
  • Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y debe ser seriamente culpabilizada y castigada por su maldad/error.
  • Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen.
  • La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad de controlar sus penas/perturbaciones.
  • Si algo es o puede ser peligroso, me tendré que sentir tremendamente ansioso por ello y deberé pensar constantemente qué ocurrirá.
  • Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida.
  • Se debe depender de los demás y se necesita a alguien más fuerte en quién confiar.
  • Mi pasado determina la manera actual de mi comportamiento y éste debería seguir afectándome o influenciándome.
  • Uno tiene que sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás.
  • Siempre existe una solución perfecta para todos los problemas, pero si no llega esa solución, será catastrófico.

Las etiquetamos como «irracionales» porque no son coherentes con la realidad (entendiendo que esta es subjetiva, puede ser poco realista, adaptativa).

Distorsiones cognitivas.

Tenemos además ciertas tendencias de pensamiento que llamamos distorsiones cognitivas: esquemas equivocados de interpretar los hechos que generan múltiples consecuencias negativas en nuestra vida (alteraciones emocionales, conflictos interpersonales, visión vital negativa y simplista…).

  • Las exigencias y el perfeccionismo: «Debo hacer siempre las cosas bien para merecer la aprobación y el afecto de los demás.»
  • El catastrofismo: «Y si este mes de pérdidas en mi empresa significa que voy a tener que cerrar mi negocio».
  • La negación: «No me importa, me da igual, no me ocurre nada…»
  • La sobregeneralización: «En el anterior examen me puse nervioso luego nunca aprobaré un examen porque seguiré poniéndome nervioso.»
  • Las etiquetas globales: «Es un desastre con todo lo que hace».
  • El negativismo: «Cuando tenga que ir a la entrevista, seguro que caigo mal.»
  • El pensamiento polarizado -blanco o negro-: «Nunca nada nos sale bien.»
  • El razonamiento emocional: «Si me siento poco atractivo es que lo soy.»
  • El sesgo confirmatorio: «Es tacaña» (acordándome sólo de los momentos que confirmen esta creencia).
  • La lectura del pensamiento -proyección-: «Lo que quiere es reírse de mí».
  • La personalización: (Si un amigo parece enfadado) «Algo le habré hecho yo».
  • El filtraje -atención selectiva-: «He tenido éxito en el 90% de mis exámenes pero estoy obsesionado con los que he suspendido.»

Identifica. Cuestiona. Reformula.